En el post de hoy analizamos lo que peligrosamente se ha convertido en algo cotidiano en nuestras vidas, en nuestro día a día. Toda la información que consumimos está plagada de datos falsos o erróneos que pueden provocar precisamente lo contrario a lo que buscamos, que es mantenernos informados de los asuntos que a diario nos resulten relevantes, y acabar más bien desinformados.
Os traemos un resumen de “La Guía para combatir la desinformación en la era de posverdad” publicada por la IFJ (International Federation of Journalist), a la que podréis acceder íntegramente a través del enlace que os dejamos al final de este artículo.
Comenzamos.
¿Qué son las Fake News?
Siempre han existido las noticias engañosas, pero a partir de la emergencia de Internet y de nuevas tecnologías de comunicación e información, las Fake News han proliferado a lo largo y ancho del planeta. Este término es utilizado para conceptualizar la divulgación de noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación. Las redes sociales permiten que los usuarios sean productores y consumidores de contenidos a la vez, y han facilitado la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado. Así se genera un circuito vicioso, y una noticia falsa se replica miles de veces en cuestión de segundos. Todo esto sucede en un contexto de posverdad, término definido por el diccionario de Oxford como la palabra del año en 2016 y se refiere a las circunstancias en que los hechos objetivos son menos importantes a la hora de modelar la opinión pública que las apelaciones a la emoción o a las creencias personales. El periodismo de calidad y el derecho de los ciudadanos a informarse debidamente están sufriendo el impacto de este fenómeno que se vuelve cada vez más peligroso y que influye de distintas maneras en las prácticas democráticas.
La Federación Internacional de Periodistas, organización que representa a 600.000 comunicadores y comunicadoras en todo el mundo, considera pertinente abordar una publicación que tuviera como fin esclarecer y visibilizar el fenómeno de las Fake News, a modo de guía para periodistas y para la sociedad en general para identificarlas, evitar su reproducción y desmentirlas. Para frenar el círculo de desinformación es importante que tanto periodistas como ciudadanos puedan tomar conciencia de que es una cuestión que tiene incidencia en la sociedad en su conjunto, que afecta la integridad democrática y que debe ser abordada en sus dimensiones política, social y cultural.
¿Por qué se divulgan?
A partir de la emergencia de plataformas sociales se ha vuelto mucho más sencilla la divulgación de noticias engañosas. En principio, porque al pasar a una forma de comunicación networking, a diferencia del broadcasting, el intercambio de mensajes en red, permite que los usuarios sean además de consumidores, también productores de discursos que circulan y que muchas veces son falsos. Y en segundo lugar, estas plataformas utilizan un algoritmo que distribuye el contenido más relevante para cada usuario, logrando que la información que se le muestra a cada uno esté condicionada y filtrada. Pero también hay algo a tener en cuenta y es que el flujo informativo en las redes sociales se actualiza constantemente no sólo por relevancia para el usuario sino también de acuerdo al alcance e interacciones que tiene el posteo, validando una noticia sólo por su nivel de difusión. Por otro lado, los distintos intereses políticos, partidarios, o simplemente una confusión se vuelven motivos para que de una manera más frecuente se viralice un contenido engañoso.
Nuevos conceptos. La era de la Posverdad.
El director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, definió a la posverdad, término que próximamente será incluido en el diccionario, como aquella información o aseveración que apela a las emociones, creencias o deseos del público en lugar de a hechos objetivos. La comunicación política predomina la emoción: manipulación, las medias verdades o las mentiras construyen una base electoral o una idea política. Donald Trump es el ejemplo más claro. Su porcentaje de mentiras o promesas falsas dichas en su campaña electoral es muy alto. Según la web Politifact, el 70% de las declaraciones electorales de Trump eran falsas o grandes mentiras. Teniendo en cuenta la gravedad que puede llegar a implicar la difusión de fake news en la era en la que la emoción predomina frente a la verdad es importante aprender a reconocer una información errónea antes de divulgarla.
Tipos de información falsa y quienes la crean.
La organización First Draft ha diferenciado siete tipos de contenido erróneo que puede circular:
- Sátira o parodia: No pretende causar daño o engaño.
- Contenido engañoso: Se trata del uso engañoso de la información para incriminar a alguien o algo.
- Contenido impostor: Es el tipo de información que suplanta fuentes genuinas.
- Contenido fabricado: Contenido nuevo que es predominantemente falso, diseñado especialmente para engañar y perjudicar.
- Conexión falsa: Cuando los titulares, imágenes o leyendas no confirman el contenido.
- Contexto falso: Cuando el contenido genuino se difunde con información de contexto falsa.
- Contenido manipulado: Cuando información o imágenes genuinas se manipulan para engañar.
¿Quiénes y por qué se crea este tipo de contenido? First Draft establece, como «las 8 P”, los motivos que ayudan a explicarlo:
- Periodismo deficiente
- Parodia
- Provocación
- Pasión
- Partidismo
- Provecho
- Poder o influencia política
- Propaganda
¿Cómo detectar Fake News?
- Desconfiar de los títulos grandes y en mayúsculas: Este tipo de titulares están diseñados para apelar a la emotividad y generar interés en redes sociales, ya que resaltan más en las actualizaciones de las redes.
- Analizar la sección “Acerca de” o “About” del sitio: En los medios más confiables, esta parte de la página incluye datos importantes acerca del equipo, el financiamiento, la dirección donde funciona el medio, el contacto u otras características verificables. En aquellos sitios creados específicamente para difundir contenido falso, esta sección generalmente no existe o está incompleta.
- Chequear los links y las citas: Es importante verificar las fuentes que tiene la noticia, si los vínculos que se indican como fuente no funcionan o redirigen a páginas que no están relacionadas con lo referido, el artículo ya es sospechoso y no debería compartirse. Para ello, buscar las citas mencionadas en Google u otro buscador, para verificar que efectivamente hayan sido declaraciones de las personas a quienes se les atribuye, puede ser una buena opción.
- Desconfiar de URLs similares a sitios conocidos: En varias ocasiones, una estrategia de los sitios que difunden noticias falsas es utilizar un vínculo bastante similar a otros portales conocidos. Esto lo hacen para confundir al lector y que éste difunda datos falsos.
- Encontrar una fuente local y consultarla: Alguien que está en el lugar de los hechos puede proveer información crucial, y no se necesita ser parte de un medio con un corresponsal para poder hacer esto.
- Realizar una búsqueda inversa de imágenes: en muchas ocasiones, el contenido engañoso hace uso de fotos fuera de contexto o que no se corresponden con las originales. Con sólo buscar esas imágenes en Google, se puede fácilmente desestimar una información que es presentada como cierta.
Ejemplos destacados de Fake News.
Son muchos los ejemplos que se podrían citar, desde las campañas electorales estadounidenses, a las noticias y bulos generados sobre el coronavirus a nivel mundial, incluso en nuestro pasado más reciente, también se generaban noticias de este tipo. Vamos a ver algunas de ellas:
- Indra, arrastrada en la guerra de ‘fake news’ de Trump para mantener la presidencia.
Las mentiras y noticias falsas de Donald Trump para intentar mantener la presidencia de los EEUU salpican ahora a una empresa española. Rudolph Giuliani, abogado del magnate y exalcalde de Nueva York, ha relacionado de forma errónea a Indra con las recientes elecciones norteamericanas, en las que se impuso como ganador su rival Joe Biden.
Giuliani aludió en la cadena Fox a un presunto hackeo de máquinas relacionadas con el proceso electoral, afirmando que la empresa Dominion –que gestiona el software utilizado en el recuento electoral en algunos estados– “es una compañía que es propiedad de otra empresa llamada Smartmatic a través de una compañía intermediaria llamada Indra”. Algo que, según esta última, es completamente falso.
Fuentes de Indra señalan que la multinacional española nunca ha desarrollado ningún proyecto de gestión de procesos electorales con Dominion ni con Smartmatic. Y añaden que nunca ha tenido ninguna relación contractual o comercial con esas dos empresas, que son competidoras de Indra. Asimismo, apuntan que tampoco ha intervenido de ninguna forma en las pasadas elecciones presidenciales de EEUU.
Indra Sistemas, S.A., más conocida como Indra, ofrece servicios de consultoría sobre transporte, defensa, energía, telecomunicaciones, servicios financieros, así como servicios al sector público. Según explican en su web, en el ejercicio 2019 tuvo unos ingresos de 3.204 millones de euros y cuenta con más de 49.000 empleados, presencia local en 46 países y desarrolla operaciones comerciales en más de 140 países.
Puedes acceder al contenido de esta noticia a través del siguiente enlace: https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/indra-arrastrada-fake-news-…
- Alertan de una campaña de «phishing» en nombre del Ministerio de Sanidad.
El Ministerio de Sanidad del Gobierno Español ha alertado de la detección de una campaña de envío masivo de correos electrónicos maliciosos (phishing) que intentan suplantar la identidad de la cartera que dirige Salvador Illa. Las víctimas reciben correos que contienen información relacionada con términos como el coronavirus, la COVID-19, el Estado de Alarma y otros.
Según han informado, para suplantar su identidad, los correos duplican la imagen corporativa del ministerio y usan dominios de correo ya existentes, como @mscbs.gob.es. Sanidad ha recordado que no se envían correos desde ese dominio, por lo que todas las direcciones de correo procedentes del dominio son falsas.
Puedes acceder al contenido de esta noticia a través del siguiente enlace:
https://www.eitb.eus/es/noticias/sociedad/detalle/7597087/alertan-campan…
- Un documental muestra con archivos inéditos ‘fake news’ del franquismo que aún perduran.
Aunque los términos utilizados para referirnos a este tipo de noticias falsas puedan resultarnos muy modernos, lo cierto es que las fake news no son algo nuevo. Un ejemplo de ello lo encontramos en el artículo publicado por “eldiario.es”:
‘Palabras para un fin del mundo‘ desmonta noticias oficiales que se dieron en su momento sobre Unamuno, denuncia que el franquismo se apropió de su nombre y de su cadáver, cuenta que la Alemania nazi se opuso a su candidatura al Nobel o muestra cartas de extorsión que «exigían un impuesto revolucionario»
Puedes acceder al contenido íntegro desde el siguiente enlace: https://www.eldiario.es/sociedad/documental-muestra-archivos-ineditos-fa…
¿Cómo actuar ante las Fake News?
Teniendo en cuenta que las noticias falsas están impactando no sólo el derecho a la información sino que se trata de un fenómeno que tiene incidencia también en la sociedad en su conjunto y que afecta la integridad democrática, cabe reflexionar sobre el rol que deben tomar tanto la sociedad como los comunicadores y comunicadoras al respecto.
El relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Edison Lanza, describió claramente el fenómeno estableciendo que la desinformación y la propaganda afectan intensamente a la democracia, erosionan la credibilidad de los medios de comunicación tradicionales, interfieren con el derecho de las personas de buscar y recibir información de todo tipo, y pueden aumentar la hostilidad y odio en contra de ciertos grupos vulnerables de la sociedad. También destacó la importancia de tomar iniciativas desde la sociedad civil y los medios de comunicación para identificar noticias deliberadamente falsas, desinformación y propaganda, y generar conciencia sobre estas cuestiones.
Pero, una vez identificada la información falsa, aprender a desmentirla es todo un arte. La guía de la IFJ nos da seis consejos para ello:
- No se debe hacer daño: Antes de comenzar a desacreditar, hay que asegurarse de que no se estén compartiendo rumores falsos. Evitar convertirse en una de las miles personas que dan crédito a un tweet falso al retwittearlo también.
- Utilizar búsquedas personalizadas: Si se quiere determinar la certeza de algo, empezar con una búsqueda personalizada en Google que sólo se base en fuentes en las cuales uno confíe. La filtración de una búsqueda te ayudará a encontrar la verdad más rápido.
- Comprobar la imagen: Si se usa Google Chrome, se puede arrastrar y soltar la foto en Google Images. De esta manera se comprobará si la imagen corresponde al hecho en cuestión.
- Se recomienda tener un motor de búsqueda humana: es decir, ciertas personas con las que se pueda consultar para comprobar conclusiones. Los expertos a menudo están dispuestos a difundir la verdad; es muy probable que te respondan a un tweet destinado a desacreditar la información errónea en línea dentro de su campo de especialización.
- Encontrar a alguien local que pueda proveer el contexto crucial: Si no se conoce a ninguno, Twitter no sólo propaga falsificaciones sino que también cuenta con opciones de geolocalización, que pueden ser útiles para encontrar testigos. A través de estos canales, se pueden confirmar detalles simples pero cruciales, que ayudan a corroborar cualquier evidencia que ya se haya encontrado.
- No esperar que se pueda alcanzar a todos: Se ha dicho que la desacreditación de las imágenes de los medios sociales es “un esfuerzo fútil y sin esperanza» similar a golpearse la cabeza contra una pared. La propagación de información falsa es un negocio real para algunos, y el verificador está luchando en una guerra desigual. Sin embargo, no es una causa perdida.
Medidas políticas para combatir la desinformación.
Los intentos de legislar sobre la lucha contra la desinformación no son nuevos. Lo que cambia es la postura de los partidos políticos, dependiendo de si están en el Gobierno o en la oposición. El Partido Popular trató de hacerlo en marzo de 2018, con Mariano Rajoy como presidente, mediante una proposición no de ley que entonces rechazaron PSOE y Podemos, los dos partidos que componen el actual Gobierno de coalición que acaba de impulsar un plan contra las llamadas ‘fake news’.
El planteamiento de esos dos Ejecutivos no es muy diferente en la base. El PP hablaba de reforzar la lucha contra las “noticias falsas” por ser estas una “amenaza” para la seguridad del conjunto de la ciudadanía, mientras que el Gobierno de Sánchez propone actuar frente a la desinformación para hacer frente «a los riesgos» que supone «para las sociedades abiertas”. Sin embargo, la iniciativa del PP solo contó en 2018 con el apoyo de Ciudadanos.
El Gobierno de Sánchez ha compartido a través de un comunicado los argumentos con los que sostiene la necesidad de impulsar su procedimiento de actuación contra la desinformación, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional el pasado 6 de octubre.
Según informan desde Moncloa, y así lo recoge el portal digital de «RTVE», se trata de un procedimiento que da respuesta a la petición de la UE de desarrollar y coordinar planes nacionales contra la desinformación y que incide, “en consonancia con el artículo 20 de la Constitución española”, en el derecho a la información veraz y plural como uno de los pilares que sustentan las sociedades democráticas. Un derecho que, asegura el Gobierno, “deben garantizar las instituciones, las Administraciones públicas y la propia sociedad, porque es el instrumento que permite a los ciudadanos formarse una opinión libre”.
El plan de la Unión Europea, añaden, considera necesaria una actuación “más coordinada a nivel comunitario” y acorde a los valores democráticos de las sociedades, algo a lo que, creen, podría contribuir la iniciativa.
Otra de las finalidades es “evitar la injerencia extranjera en procesos electorales, así como detectar campañas promovidas desde el exterior que puedan dañar los intereses nacionales de nuestro país” y precisa que “en ningún caso vigilará, censurará o limitará el libre y legítimo derecho de los medios a ofrecer sus informaciones”, como ha asegurado Vox que ocurriría.
El procedimiento se encuadra dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad y, junto a los organismos que lo desarrollan, están invitados a participar en la lucha contra los procesos de desinformación los propios medios de comunicación y la sociedad civil.
La iniciativa ha hecho saltar las alertas de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que advierte de que el plan del Gobierno contra las ‘fake news’, mediante el que monitorizará la información y podrá pedir colaboración a los medios, «puede convertirse en censura».
«El periodismo tiene como una de sus principales obligaciones la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad para difundirla. En este sentido, cualquier propuesta para luchar contra la desinformación es bienvenida y la APM se muestra totalmente de acuerdo con cualquier iniciativa en este sentido», ha explicado la asociación, que, en cambio, pone «serios reparos» a las herramientas anunciadas para esa lucha porque «deja en manos del Gobierno de la Nación una función que debería gozar de independencia frente a los poderes públicos».
Una nueva polémica surgida que plantea si realmente el proyecto del actual Gobierno luchará contra la desinformación o supondrá la censura de los medios de comunicación.
Fuentes:
Guía de la IFJ: https://www.ifj.org/fileadmin/user_upload/Fake_News_-_FIP_AmLat.pdf
RTVE: https://www.rtve.es/noticias/20201105/estrategias-psoe-pp-fake-news/2053…